Descubrir el cielo es una de las dedicaciones más apasionantes que desde siempre ha experimentado el ser humano. Sólo la contemplación ya nos deja embobados. Saber más nos satisface la curiosidad.
Desde la antigüedad hemos mirado el cielo y hemos descubierto formas, las constelaciones, que nos han servido para orientarnos, saber cuándo hay que sembrar o cosechar, las crecidas de los ríos o la meteorología. Reconocerlas es el primer paso para saber qué vemos en el cielo, donde podemos encontrar objetos interesantes, como se mueve la Tierra y otros astros sin necesidad de ningún otro instrumento que nuestros ojos.
Pero cualquier aparato que nos permita ir más allá nos descubre que el cielo no sólo hay estrellas y la Vía Láctea.
Un prismáticos domésticos nos permiten descubrir los cráteres de la Luna, algunos objetos del Sistema Solar, estrellas dobles, cúmulos abiertos, cúmulos globulares, asterismos o grupos de estrellas con formas curiosas, algunas nebulosas y galaxias.
El telescopio ya nos hace viajar por el espacio para comprobar que los planetas no son sólo puntos, que tienen satélites, y que está lleno de objetos curiosos y distantes, muchos de ellos con peculiaridades, cuando se saben, nos amplían el conocimiento del fascinante universo. En nuestro alcance asteroides, galaxias, nebulosas planetarias, cometas, etc.
CONTEMPLAR EL UNIVERSO TE PERMITIRÁ DESCUBRIRLO Y LA AGRUPACIÓN ASTRONÓMICA TE AYUDARÁ.